La ruta parte desde las Boyerizas de Majadavieja, que ha recuperado como alojamiento turístico una antigua construcción dedicada a albergar los bueyes que participaron en los trabajos de reforestación de la Reserva. Se trata de una ruta de ida y vuelta de muy corto recorrido, ideada exclusivamente para practicarla a pie. 

La ruta transita en todo momento junto a la garganta de los Acebos, en sentido contrario a la ruta de mismo nombre que parte también de las Boyerizas, descendiendo por una senda que en muchos tramos está prácticamente cubierta por la abundante vegetación de sus orillas: quejigos, encinas, espinos majuelos, lentiscos, jara, madroños, cornicabras, brezos... y en primavera, las bellas flores de las peonías. El final de la ruta se encuentra en un calvero a los pies de los riscos de la Grajera, ofreciendo unas bonitas vistas y actuando como observatorio natural de las aves que habitan estos cantiles cuarcíticos, donde es posible admirar el vuelo de alimoches, buitres leonados, águilas reales y perdiceras, cigüeñas negras o chovas piquirrojas. El resto de recorrido, al transitar junto a la garganta y entre una maraña forestal, facilita la observación de aves de este hábitat como azores y gavilanes, rabilargos, pitos reales, palomas torcaces o arrendajos. 

A parte del indudable interés botánico y ornitológico, la ruta ofrece muchas posibilidades de tener encuentros muy cercanos con los ungulados presentes en la reserva; si se camina con discreción nos saldrán al paso numerosos grupos de ciervos, algún corzo e incluso jabalíes. La presencia de agua y la frescura de la garganta es un atractivo adicional para realizar esta ruta en el estío.

DATOS DEL SENDERO

Perfil de ruta

Criterios MIDE

Charca de las Boyerizas

Peonías en primavera

Riscos de la Grajera